Yo creo que la inteligencia humana no ha inventado nada que no sea verdadero, en éste mundo o en los otros.
Gerardo De Nerval. Aurelia.

miércoles, 2 de junio de 2010

Revista Papirando Futbol, en junio la literatura y el arte dedicados al mundial

Para hacer las fotos de éste número recorrí distancias de
tiempo y espacio, experimenté la adrenalina de un
estadio de futbol en las gradas populares y caminé por
los hogares comunes, la vida diaria me regaló un futbol
en lugares impensados, inadvertidos, insospechados,
encontré la pasión en medio de la puna jujeña o en los
patios de las casas de Río Gallegos, en un recuerdo
gastado de la amazonía peruana y en el televisor de
algún comedor de paso en la Patagonia Argentina;
comprendí entonces que la energía del futbol, inunda los
rincones para trascender los problemas cotidianos y así
invadir los momentos de sabor a esperanza.
Silvana Torres
http://www.4shared.com/document/79DcXOsi/Papirando_10_-_Ftbol.html

martes, 23 de marzo de 2010

domingo, 14 de marzo de 2010

Liberando cuentos



Te libero de tu limitado espacio en: Mis documentos-Carpeta- cuentos terminados.

Gajes del oficio: El misterio de las camelias


La elegante, diminuta, y curvilínea mujer merodeó entre las tumbas. Sus finos zapatos altos se hundían en la pastosa tierra del cementerio, caminaba con prisa pero atenta a los nombres de las cruces que acusaban a los difuntos. Parecía odiar el lugar, detestar los mármoles negros y los ángeles silentes. Con deliberada repulsión apartó los pinos que surcaban el sendero y que por el viento de agosto que soplaba incesante, estiraban su ramaje hacia ella impregnando su ropa de olor a muerto. Recorrió dos veces la misma hilera, supuse que estaba perdida, pero ella no se aproximó a preguntar y entendí que no sería bien recibido si me acercaba, los años y el trabajo me han enseñado a ser discreto.
Aprendí a ser una sombra entre los panteones. La gente pasa sin siquiera mirarme, yo tampoco los miro, no vaya ser cosa que mi rostro se les cuele en las pesadillas por ser el cuidador del cementerio, por lo que me mantengo en un solitario anonimato. En ocasiones mis días son largos cordones grises, deshabitados de todo sentimiento y otras veces se colman de intrigas que hacen que mi vida sea un poco más interesante, como esa tarde de otoño cuando aquella mujer con aires de dama irrumpió en mi rutina.
La seguí con la mirada, se detuvo frente a una cruz corroída y serpenteada por una flor de plástico coronando un montón de tierra, que si no fuera por la cruz y la flor sería parte del camino. Era una de esas tumbas que hasta el tiempo las olvida. Recuerdo que yo mismo puse esa flor, y a veces también regaba el montículo agrietado, eso también lo aprendí con los años, tengo decenas de muertos huérfanos que visito a diario, es mi forma de hacer caridad ¿De qué otra forma podría? Soy sepulturero sólo me relaciono con los muertos.
La vi acercarse y limpiar la cruz despejando el nombre, después, se quedó de pie tan quieta que por un momento la confundí con un serafín. Me pregunté si estaría llorando, pero sus lentes oscuros no me dejaban, si no imaginar las lágrimas detrás de ellos.
La gente habla con sus muertos, eso es muy normal, pero ése día aquella mujer de exquisito andar, se sacó los zapatos y los tiró con furia sobre la cruz, arrancó la flor y sacudió los alambres en una colérica lucha con el plástico sucio y desteñido. Desparramó la tierra suelta y de su cartera sacó un papel para romperlo en varios pedazos y arrojarlos sobre la tumba. Después, el silencio. Sacudió sus zapatos, se los calzó y se alejó con la misma altanería con la que había entrado al lugar. Pasó a mi lado sin percatarse de mi presencia, después desapareció en un lujoso auto negro.
Me acerqué a la tumba del difunto Facundo Guzmán, 15 de diciembre 1955 a 26 de enero de 2007, hacía tres años que no recibía visitas, la última vez fue en su funeral y eran los empleados de la compañía fúnebre quienes habían tenido la atención. Me acerqué un poco más, y con un tono de complicidad, susurré frente a la cruz:
-¿Qué habrás hecho amigo, que ni en la muerte te dejan tranquilo?
Al día siguiente la tumba se veía distinta, el poco pasto se había achicharrado y yo me preguntaba qué significado tendría. No soy supersticioso, es lógico, soy sepulturero y no creo en las brujas, pero que las hay, las hay. Corrí al cuarto de las herramientas donde había guardado los desechos de papel que arrojara la curvilínea dama el día anterior. Confieso que tuve que luchar por ellos con el viento y sus ráfagas, que en un burlón juego de niños me los arrebataba de las manos. Los guardé en las cajas metálicas donde siempre guardo la yerba para el mate. Eran siete retazos de papel arrugados, pero podía leerse claramente.
“Vine a recordarte que no cumpliste tu promesa.”
¿Sólo eso? ¡Vaya si hay locos en este mundo! Reflexioné, y quedé con un acertijo en la cabeza, porque la extraña dama no regresó nunca más, aquel fue un episodio extraño que con el tiempo olvidé por completo
Sin embargo, hace una semana me volvió el recuerdo de golpe cuando caí en la cuenta de que el vacío montículo de tierra que ocupaba Facundo Guzmán, se había poblado de camelias rojas… ¿Camelias rojas? Me pregunté ¿No eran éstas las flores del arrepentimiento? Por supuesto que sí, conozco el significado de cada flor, forma parte de mi trabajo, “rosas rojas, el hombre había sido bien querido, y en cambio las amarillas significan desprecio, las camelias blancas significan admiración y las rojas… las rojas, arrepentimiento estaba seguro”. Las flores habían nacido por obra y gracia de la naturaleza, y concluí que no era ni más ni menos que una señal del difunto intentando comunicar algo. Facundo Guzmán tal vez quería decir que estaba arrepentido. ¿Sería de aquella promesa incumplida que reclamaba la dama de lentes oscuros? ¿Cómo poder saberlo? ¿Acaso ni la muerte nos salva del remordimiento de las promesas no cumplidas? Pregunté nuevamente en voz alta, y la pregunta quedó suspendida en el perfume de las camelias.
Y esta anécdota quedará en mi historia como un rompecabezas inconcluso más, un conjunto de presunciones alocadas y desenlaces imposibles. Gajes del oficio diría mi difunta esposa, que en paz descanse; ahora la voy a visitar a su tumba que se llenó de madreselvas, después que le pregunté frente a su cruz si me había amado. ¿Qué significaban las madreselvas? ¡Ah!... Ya recuerdo, unión y amor eterno.

domingo, 7 de marzo de 2010

Feliz Día de la mujer

Por Daii Carrá

Destino

En el resplandor ceniciento del amanecer
y entre cada sorbo de mate, iba memorizando
el recorrido del día, un día mas de la cotidiana
y sofocada vida.
Alboroto distante, gente demasiado excitada por la calle;
y justo el pálpito de una tragedia que se estaba
gestando. . .
Le rogaba a Dios que me diera el valor para
matarme, pero no me lo dio.
Desde lejos se oían chapotear las lágrimas
dentro del corazón sobre un abismo de incertidumbre. . .
Como una mariposa sin albedrío cuya sentencia
ya estaba escrita desde siempre, sentí un desconcierto
de mi inocencia con aspecto irreal...
Temblando de rabia, reconocí en la penumbra del alba que:
"la fatalidad nos hace invisibles". . . y dije. . .

Al carajo con todo. !!.
Soy dueña por primera vez de "mi destino".

martes, 2 de marzo de 2010

Presentación del Libro Bilis Negra

Invitación para todos mis amigos y para los que gusten de la literatura y deseen acompañarme en el nacimiento de mi primer libro...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Revista Papirando


La Tapa y los gráficos (excepto las de páginas 2, 9, 10, 20 y 21) pertenecen a uno de mis más admirados artistas gráficos: M. C. Carper, a quién le estoy agradecido por facilitarnos su material para este número. Marcelo Gustavo Fernandez Farias envió "Apaciguando la lengua" (Pág. 2), va a modo de presentación. Otro lujo de la revista es "El Lavado De Pies De María Magdalena" (Pág. 2) del incalificable Daniel De Cullá, con un humor que viene de la sangre misma de España, director de la revista de Arte y Cultura ROBESPIERRE, que realiza performances -donde mezcla varias artes- alrededor del globo. J. Javier Arnau un autor prolífico, en "Noche, Día,Tiempo" (Pág. 4) une profundamente la ciencia ficción y la poesía, un fino estilista de la palabra. Desde Papirando 5 contamos con la presencia de Marcos Polero. El motivo de elegir "Desaparición" (Pág.7) se debe a que hay un punto de vista muy humano en la posibilidad del escape, una necesidad de que otro mundo mejor que el que nos tocó exista, pero siendo un lector curioso no puedo dejar de notar que ese Duna Week End es el de los Pomar, una familia que desapareció en Buenos Aires y no se supo nada de ellos durante 28 días, miles de especulaciones hasta que los encontraron muertos, secundo la versión de Polero la mejor de las hipótesis y la más esperanzadora. Uno de los mejores téxtos de este número. Daniel Campodónico, un difusor literario quién desde su programa de radio propone una original forma de conocer a escritores jóvenes, nos envió el cuento "Buceo Literario" (Pág. 8) ¿Quién no viajo a otros mundos sentado en las sillas mágicas de un bar? Las infinitas actividades de Rolando Revagliatti, un escritor hiperactivo que hace lecturas participativas por los cien barrios porteños, creador de la "Revista Oral De Literatura", todas estas iniciativas de lecturas propias y ajenas habla de una entrega por la palabra, me impactó "Semblanza" (Pág. 9) por el abandono, por la elección de alguien, aunque sea personaje, de vivir otra vida fuera de lo común. "El coco" (Pág. 10) es un cuento breve de uno de mis escritores fetiches, Ivan Mendina Castro, corto pero efectivo, imperdible, se escucha la música de circo de fondo. ¿La oyen? Ricardo Bada, ahora abocado casi por completo a la pagina Frontera
D, un omnivoro fagocitador de literatura y un excelente escritor polifacético, no me deja de asombrar con sus envíos, hacía falta un poco de poesía, y con el "Romance de ciego en país de tuertos" (Pág. 10) tenemos la deuda saldada con creces, un humor ácido con temática actual y una estructura poética de antaño que no es para nada fácil. "Engranaje" (Página 11) de Axel Levin, es difícil de clasificar pero por eso mismo interesantes, obsérvese la inclusión de verbos entre paréntesis un recurso que le da un ritmo casi teatral por su formato de acotación, raro de verdad. El sociólogo y narrador cubano Yonnier Torres Rodríguez nos entrega un cuento para ser leído con la cabeza bien abierta, resultan inquietantes las elucubraciones que el juego rey puede suscitar, "Jaque Mate" (Pág. 11) entra en ese mundo de lo clausurado y prohibido, del paralelismo entre el juego y la vida. Los mitos indígenas suelen ser campo fértil para esa huida hacía otros mundos, Mundra Babylon envió "Mi abuela, la Ñuke-Mapu"(Pág. 17) un cuento escrito en primera persona, un relato fantástico de verdad y muy vivido en sus imágenes, me pareció justo colocar un poco de aire fresco que suele traer la gente joven. Con "La Mancha" (Pág. 19) de Jesús Quintanilla Osorio, nos encontramos ante el formato de cuento clásico fantástico, otro de los buenos textos de ésta revista, completito, y fíjese si no les sale alguna manchita sospechosa en el brazo mientras lo leen, por las dudas. Lo onírico es otro de los lugares en donde se fuga nuestra mente para el sueño plácido o la pesadilla, Silvana Torres con su cuento "Eugenia tiene miedo" (Pág. 19) opta por lo segundo, una frontera no tan clara entre la pesadilla y la realidad. También envió la ilustración de su autoría que aparece en la página 20. Desde La Paz, Baja California Sur, México, Juan Pablo Rochín Sánchez nos envía de vuelta al espacio, al parecer la nueva generación de escritores de Ciencia Ficción, aportan una variante agregando una visión poética, una estética nueva, si no me creen comparen "Noche, Día,Tiempo" con este cuento de Rochín Sánchez titulado "Vestigios"(Pág. 21) que parece ser parte de una obra más grande. "Silencio de mármol" (Pág. 22) de Pilar Ugarte, fue una de las gratas sorpresas en cuanto a nuevos colaboradores, si tuviera que elegir a alguién que haya cumplido mejor la consigna de la convocatoria "De otro Mundo", es Pilar. Su cuento, contundente, oculta detrás de una estructura y vocabulario sencillo un relato con una fuerza inusitada, el final, literalmente te oprime el corazón, efectivo, esperamos recibir más textos suyos. Nuestra amiga y corresponsal de Unquera, Chus Canal, envió un relato al que me tome el atrevimiento de colocarle título "Humanoide en Unquera" (Pág. 23), se trata de un par de avistamientos que dice haber sido testigo, hay quienes creen y quienes no, cada cual a lo suyo, yo cumplo con publicar a la inquieta y multifacética Chus Canal. Agustina Pérez Muschetti, con "Leco" (Pág.23), nos mete en una atmósfera fantástica, sucede lo mismo que con el cuento de Mudra Babylon, al ser escritoras jóvenes, la imaginación es un ochenta por ciento del relato, hecho que no va en detrimento del armado, se nota y se disfruta al leer. "Abrirse paso" (Pág. 24) nos lo envió Claudia Cortalezzi un cuento aparecido en Axxon 185, y que a pesar de su extensión no cuesta nada leerlo y realmente lo disfruté de algunas imágenes puesta ex profeso para que nos de asco, horror, miedo, asombro. En contrapartida, las voces y el dialogo son ágiles, dinámicos, con porteñes y soltura. La autora pertenece a “La Ababía de Carfax” un círculo de escritores de horror y fantasía, se nota, también es fácil de preveerle un futuro promisorio en el ambito de las letras. El haber colocado el cuento "Sistema"(Pág. 30) de Eugenio Yáñez Francetic, verán que es acertada mi elección porque se trata de buena literatura, una historia inquietante, con connotaciones actuales. A pesar de la cantidad de páginas he dejado muchos fuera, otra vez, han llegado más de 150 textos para publicar, he hecho lo que he podido con esta selección, se que hay algunos autores que se repiten, pero tienen que ver con los gustos personales, al resto les pido paciencia. He implementado un lugar de "Información de los autores" (Pág. 33) donde podrán tener acceso a las direcciones de mail, blogs y páginas web de los mismos. No he colocado nada mío porque la revista tiene demasiado material, únicamente las reseñas. Y considerando la cantidad de envíos de todas partes del globo el próximo número de Abril de 2010 aparecerá bajo el título de "Papirando 9 - Internacional" entrando en el segundo año de publicación con una entrega de más de 9000 direcciones de correos electrónico y convocando como siempre a los escritores a enviar sus textos al correo de costumbre: lorenzopablo10@yahoo.com.ar Gracias por todo. C. Pablo Lorenzo

martes, 26 de enero de 2010

Mantra

Pinto -----Pinto--Pinto------Pinto-Pinto-Pinto-Pinto-PINTO-pinto-----pinto--pinto

PINTOPINTOPINTOPINTOPINTOPINTOPINTOPINOPINTOPINTOPINT

El acto creativo rebosa sensualidad y eleva la espiritualidad, el artista acaba rindiéndose a los colores y a las formas, y es en ésa entrega que la creación se vuelve puro amor…

miércoles, 13 de enero de 2010

miércoles, 6 de enero de 2010

Janet Opazo, la pintora que ayuda a las personas

por: Marta Eva Amado
info@cronistasao.com.ar

La cita para la entrevista es a las 11 AM del jueves 26 de noviembre. La hoja del calendario marca el final de las clases de pintura. Por la espera siento que las alumnas de Janet no se dan cuenta de la hora y que es el último día. Siguen con las pinceladas en acrílico y óleo. Corporizan una espuma de olas muy blancas, un jarrón con un lienzo que cae y hasta la fachada de ladrillos grises de una escuela de Las Grutas.
-¿Y cuándo empezamos? , pregunta una mujer de increíbles 85 años.
- A mediados de febrero, así me solidarizo con los maestros que también empiezan, responde Janet.
Chau, dicen todas, pero antes hubo despedidas con fuertes abrazos. –Y una de las alumnas vuelve y deja un delantal, el que llevaba puesto la de los ochenta. -Cuídamela, te la encargo. Dios te lo va a devolver, dice Janet que sobre sus ropas viste un entero sin mangas y a cuadritos celeste y blanco. La figura es mediana. Aproximo el metro setenta y en su rostro se destaca una frente bastante amplia, nariz pequeña y labios finos y delicados. Ajusta los cabellos de un castaño claro con la típica cola de caballo. Mechones rizados tocan la cara de pómulos rellenos y de ojos como diminutas almendras.
En el estrecho atelier caben pequeñas mesas de madera con sillas. Varios cuadros con la firma Janet Opazo cubren la sala. Un enorme jaguar con manchas negras y simétricas me mira con placidez e insistencia. Y la obra con limones enteros y en mitades provoca que de inmediato me aparezca una acidez apetitosa.
“Para mí el dibujo y la pintura son un modo de expresión, -suelta Janet que ahora está sentada frente mío-, yo saco la alegría y la tristeza, cuando no quiero que nadie me hable, pinto y cuando estoy feliz, pinto”.
-¿Pero también te dedicás a la docencia y a tus alumnos les cuesta despedirse?, ¿verdad?-Pasa que la profesora que tuve cuando tenía ocho años me facilitó que llegara a las metas que me trazaba. ¿Sabés?, cuando le comenté a mi papá que quería ir me dijo que si me hacía responsable, sí. Éramos seis hermanos y yo la del medio y él no me podía pagar. Así que empecé dibujo a los ponchazos.
- ¿Y con los materiales? -Un lápiz de sombra, recuerdo haber juntado dinero con mi papá para poder comprarlo. Era el proyecto, no como ahora.
Cuando Janet empezó la secundaria dejó las clases de dibujo. Recuerda que en su hogar comenzó de nuevo el fantasma económico. Los dos últimos años de la escuela media trabajó de administrativa en una clínica. Ahí retomó el dibujo y ya no lo abandonó.
Y con referencia a sus alumnos asegura que si se guarda algo, explota. Necesita contarlo.
-¿Pero no te quedás con nada?, –le devuelvo casi incrédula.-No, no, es más, yo dibujo con cada alumno o alumna, transporto en ellos mis ganas de dibujar. ¿Viste?, no sé qué me pasa, me gusta transmitir.
La línea de la pintora se basa en el hiperrealismo. A través de los cursos y talleres logró una completa formación artística con autores sobresalientes. En el menú figuran Amuchástegui, Isaurralde y Lascano. Admite que la solvencia llegó con esfuerzo y tuvo que descubrir por sí misma muchos de los secretos que ocultan las técnicas.
-Te dije que te iba a leer una carta, ¿te acordás?, me dice.
Se levanta y trae una caja de madera. La abre y sus dedos largos recorren una apretada pila de sobres y cuadernos. Elige una carta. -Es de mi padre y la escribió en el ´97.
Lee uno de los párrafos. “…Dios protegerá a esta personita tan buena –se refiere a ella- yo comparto esta opinión, es más creo que tu tía se ha quedado corta, porque yo creo que es un ángel humanizado…”.
Queda petrificada. Es la Janet que hace catorce años y cuando tenía 29 le donó a su hermano un riñón. –dice que lo volvería a hacer- -Papá opinaba esto. ¿No es mucho? Es lo que me hace seguir y yo creo que a través de la docencia puedo rescatar chicos y grandes. No sé si van a dibujar. Y esto hace que tenga sentido la vida, ¿no te parece?
-Trabajo que realizó la autora en el taller de Escritura Creativa del profesor y escritor Juan Pablo Meneses -